ALCALÁ LA REAL.

Alcalá la Real está situada en los montes de la cordillera subbética, al sureste de la provincia de Jaén, limita con Córdoba y con Granada.
Somos fruto de diversas culturas que han pasado por nuestra tierra y todas ha ido dejando su huella.
Todavía podemos encontrar restos prehistóricos (en el neolítico), del mundo romano como los restos localizados en la Tejuela con una estatua de Hércules. Que actualmente se conserva en el museo arqueológico Nacional. Pero es la cultura musulmana quien más tiempo vivió en nuestra tierra, 630 años, y ellos hicieron una ciudad fortificada situada en el recinto de la Mota. Después se sucedieron las luchas entre granadinos y castellanos por dominarla. Alfonso VIII, Fernando III, Alfonso X. Hasta que en 1340 la tomó Alfonso XI. Años después los Reyes católicos salieron de aquí para conquistar Granada.
Por esto tenemos tanta riqueza y belleza en nuestra casa señorial, nuestras iglesias, nuestro casillo y también en las aldeas. Por lo que Alcalá fue declarada conjunto Histórico Artístico en 1707.
La fortaleza de la Mota, nuestro emblema, está situado en la cumbre del cerro del mismo nombre. Aunque se han encontrado restos arqueológicos que confirman que allí vivieron hombres de la prehistoria. Son los musulmanes quienes la fortificaron. Después se convertirá en Abadía Patrona Real, después se despobló, en el siglo XIX dentro de la Mota y cómo sede de la esta Abadía, la iglesia de Santa María la Mayor fundada por Alfonso XI y que, con la invasión francesa, casi desapareció.
Todo viajero que llega a nuestra ciudad quiere conocer nuestra historia y lo puede hacer empezando por el paseo de los Álamos, donde está el antiguo convento de San José de los capuchinos del siglo XVII, con su hermosa escalinata que, desde 1835 fue propiedad privada y actualmente es sede de la biblioteca municipal. La iglesia de San Antón del XVIII, con estructura neoclásica y con estructura barroca.
El Pilar de los Alamos monumento renacentista construido en 1552, con sus relieves, el escudo de Alcalá y sus caños de agua.
El “Llanillo”, que se convirtió en la espina dorsal de las calles y de la vida económica y social, allí encontrara el Palacio Abacial, de época barroca que hoy alberga el conservatorio de música Pep Ventura.
La iglesia y conventos de la Encarnación, convento de las madres trinitarias, está situado en el centro del Llanillo, fue casa palacio del XVIII, de estilo neoclásico.
Desde sus ventanas con celosías, cantan saetas y echan pétalos de flores a nuestras imágenes que precesionan.
Callejeando puede dirigirse a la iglesia de Nuestra Sra. De las Angustias, la plaza del ayuntamiento donde está la casa consistorial y las casas de enfrente, casas de arcos donde antes estaba la lonja, donde se vendían verduras pescados…etc.
La iglesia de consolación que se construyo entre los XVI y XVIII y, donde está la patrona de la ciudad, la Virgen de las Mercedes.
También puede ver la fuente de la Mora que está enfrente del compas de consolación, subiendo por la calle Real encontrará el antiguo convento de nuestra Sra. Del Rosario y la iglesia de S. Juan, desde ahí a la fortaleza de la Mota.
Otro día, el visitante se puede dirigir a las aldeas que también conservan sus restos históricos y todos tienen su leyenda y su propia historia que también es muy interesante de conocer.
Debemos de estar orgullosos, de nuestro patrimonio nuestra obligación es respetarlo y cuidarlo porque, es la herencia que nos han dejado nuestros abuelos.
Por María Mercedes Gea Baeza 5º E.P